viernes, 12 de noviembre de 2010

3.- El ser humano.

Bienvenidos pequeños! sentaos cerca del fuego, hace un día de perros...
Proseguiré con mi historia.
Orcos, enanos, nephelims y elfos, junto con los elementales materializados de cada elemento, se repartieron por el mundo, habitando aquellos lugares que no eran dignos de los cántropos. Un mundo organizado había nacido...

Por su parte, el dios Kaín, celoso del resto de los dioses, quiso crear una especie también, pero... como era de esperar... la diosa de la creación no le bendijo con ningún elemento en su estado más puro para crearla.
Retorcido y astuto, el dios Kain, convenció a cada uno de los dioses menores para que le ofreciese parte de su elemento, para así crear la especie más poderosa de todas, incluso superior a los cántropos, pues serían bendecidos con la enorme oscuridad que Kaín albergaba. O eso hubiese querido...
No sopesó todas las variables a las que se tendría que enfrentar, entre ellas que cada cada dios menor, había gastado ya, la totalidad del elemento más puro, y solo quedaban restos en las tinajas..
No conformándose con eso recogió los restos de los elementos, se apoderó del fuego menos vivo, del viento más débil, de la tierra menos fértil y del agua más contaminada y con ello creó una única especie... el ser humano.
El ser humano se caracterizó, por ser la criatura más débil y familiar de todas. Pronto se convertiría en el esclavo del resto de las especies. Era la especie que más rápido se reproducía, lo que era de enorme utilidad...
Kaín, el dios de la destrucción, ante la derrota de haber creado la especie más débil de todas, juró y perjuró que jamás volvería a realizar un papel creador. Pero ahora debería enfrentar los problemas que le traería sus poco ortodoxas técnicas de seducción ante sus hijos... Pero eso ya es otra historia...


martes, 2 de noviembre de 2010

2.- El elemento más puro.

¡Vaya, justo a la hora pactada! Curiosos los seres humanos. Sin duda la especie más maravillosa de las que existieron. O eso me gustaría decir...
En realidad, era justo de esperar, puesto que el mayor anhelo, de cualquier especie, y el ser humano no iba a ser una excepción... es estar en presencia de la felicidad. Es decir, en mi presencia.

Bueno por donde íbamos.. ¡ah sí...! la creación de los mortales. Bueno que esperabais, mi memoria será divina, pero no perfecta... Continuemos pues...
Clara, la grandiosa diosa de creación, bendijo a cada uno de mis hermanos dioses con una tinaja con el elemento que controlaban en su estado más puro y poderoso.
Marina recibió una tinaja con el agua más pura y cristalina, Terrean recibió la tierra más fértil y productiva, Silphos recibió la brisa mas agradable y Ferrum el fuego más vivo y destructivo que podéis imaginar.
Yo por mi parte sólo recibí una estúpida arpa, y la misión de envolver con sonido a cada acto que tuviese que ver con alguno de los elementos.
Sí, pequeños. Yo soy la creadora del sonido del viento que os despierta por la noche al cruzar por vuestra ventana, del murmullo del agua y del crujir y abatir del fuego al arder. Gracias a mi sois capaces de oír los pasos de alguien detrás vuestro en la noche, y el llanto de vuestros hijos al nacer... Pero no me deis las gracias aún, de todas formas no era más que trabajo...
Pero sigamos, no quiero irme por las ramas...
A partir de cada uno de los elementos en su estado más puro cada uno de mis hermanos creo una serie de especies basadas en su elemento.
Marina del agua más cristalina dio vida a los elfos y ondinas, Ferrum del fuego más destructivo creó a los orcos y salamandras, Silphos creó a las razas aladas, los nephelim y hadas y Terran, de la tierra más productiva  creó a los enanos y gnomos.
Por su parte, Clara de su propia energía, creo a la raza más poderosa de todas, que sometería al resto de seres a su voluntad y los llamó Cántropos.
Pronto se crearía un mundo lleno de vida gobernado por los cántropos, que astutos y poderosos, pronto comenzaron a utilizar al resto de especies para lograr lo que desearan. Los nephelim eran utilizados como mensajeros, los orcos eran utilizados como fuerza de batalla, los enanos habilidosos se dedicaban a construir todo tipo de artefactos, mientras que los elfos enfrentaban la tarea diplomatica.
Debajo de ellos, como exclavos, existía una especie más... Para estos seres se guardaban las tareas más rastreras y humillantes de todas.. era el ser humano.
Pero se hace tarde, y una diosa debe descansar, es uno de los pocos placeres que me quedan después de eones de existencia... Volved mañana y continuaremos, pequeños hijos de la destrucción...


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